Un bocado suculento que’engancha al que lo prueba, su sabor te hará disfrutar, protagoniza los mejores aperitivos de las tardes en nuestro país. Imaginamos que ya habrás averiguado que se trata de las deliciosas cortezas de cerdo o chicharrones, como se les llama en Andalucía.

Su historia está muy ligada a la tradición de la matanza, antiguamente y actualmente sigue siendo el abastecimiento de carne todo el año en la mayoría de zonas rurales de España. Actualmente, son considerados patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

En la tan conocida novela, el ‘Lazarillo de Tormes’ aparecen referencias a la preparación de este aperitivo. Además, han conseguido, durante mucho tiempo, llegar a ser un picoteo popular en el sur de los Estados Unidos. Las cortezas de cerdo son un alimento básico en muchas culturas de todo el mundo, incluido México, donde se les denomina también chicharrones.  Las personas que quieren mantener y realizar dietas cetogénicas y bajas en calorías escogen este delicioso snack como un sustituto de las patatas fritas.

Las cortezas de cerdo se realizan mediante la piel de cerdo sin grasa, mientras que los clásicos chicharrones siguen teniendo un poco de grasa. Debido a la grasa, los cracklins no se hinchan tanto como las cortezas de cerdo normales, pero contienen un sabor más intenso, rico y carnoso. Y aunque todas las cortezas de cerdo se fríen, existe una variante conocida como «fritos», en la que las pieles de cerdo se cortan en tiras finas y se fríen dos veces para darles una textura casi dura como una roca.

Para hacerse una idea de lo que nos gustan estos aperitivos, solo hay que decir que en 2018 se llegaron a consumir 10 millones en nuestro país.