Tipos de grasas alimentarias

Tipos de grasas alimentarias

En la actualidad, es esencial conocer muy bien los distintos tipos de grasas alimentarias y su repercusión en nuestro bienestar general. Al desvelar los beneficios, las fuentes y el consumo adecuado de grasas monoinsaturadas, grasas poliinsaturadas, grasas saturadas y grasas trans, se pretende proporcionar los conocimientos y las herramientas necesarias para que tomar decisiones sobre la incorporación de estas grasas a la dieta diaria.

Conocer las grasas alimentarias permiten a las personas tomar decisiones informadas sobre qué grasas incluir y en qué cantidades. Asegurando que se ingieren los tipos adecuados de grasas en cantidades apropiadas. También otorga a las personas la capacidad de separar las grasas sanas de las insanas, para elegir mejor los alimentos y mejorar su bienestar general.

Es esencial reconocer los beneficios que pueden obtenerse consumiendo los tipos correctos de grasas.  Al asimilar estas grasas ventajosas en su dieta, las personas pueden experimentar mayores niveles de energía, una mayor función cognitiva y un menor riesgo de enfermedades crónicas.

Cuando se trata de grasas alimentarias, es fundamental conocer los distintos tipos y sus efectos sobre nuestra salud. Las grasas monoinsaturadas, que se encuentran en los aguacates, los frutos secos y el aceite de oliva, pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol malo y el riesgo de enfermedades cardiacas.

Tipos de grasas alimentarias

  • Grasas monoinsaturadas: Esenciales para mantener la salud y el bienestar generales. Se sabe que estas grasas beneficiosas disminuyen los niveles de colesterol malo en el organismo, reduciendo así el peligro de enfermedades cardiacas. Los alimentos abundantes en grasas monoinsaturadas son los aguacates, los frutos secos y el aceite de oliva. Incorporar estas grasas a tu dieta puede aportar numerosas ventajas a tu salud. Poseen propiedades antiinflamatorias, que pueden ayudar a reducir la inflamación del organismo.
  • Grasas poliinsaturadas: Estas grasas suelen ser grasas saludables, ya que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol malo y disminuir el riesgo de enfermedades cardiacas.
  • Grasas saturadas: Hay grasas saturadas, como la carne de vacuno alimentado con pasto y los productos lácteos procedentes de ganado criado en pastos, que tienen mayores cantidades de nutrientes ventajosos. Estos nutrientes se han relacionado con diversos beneficios para la salud, como una mejor salud cardiaca y una inflamación minimizada. Por tanto, es esencial tener en cuenta la calidad de las grasas saturadas de la dieta y elegir fuentes más saludables siempre que sea posible.
  • Grasas trans: Presentes en muchos alimentos fritos y procesados, así como en margarinas y ciertos productos de panadería, el consumo de grasas trans puede elevar los niveles de colesterol indeseable, al tiempo que disminuye el colesterol bueno y aumenta el riesgo de cardiopatías. Es muy recomendable limitar la ingesta de grasas trans y seleccionar opciones más saludables.
Tipos de patatas

Tipos de patatas

A muchos nos surge la pregunta de ¿cuántos tipos de patatas hay? La respuesta es más compleja de que creemos. Solo en nuestro existen más de un centenar. Pero su consumo se ha ido concentrando en unas pocas decenas variedades, que han sido las que mejor se han ido adaptando a los cultivos contemporáneos. Desde Monfadis os dejamos esta lista de los tipos de patatas más comunes.

Formas de comerla hay prácticamente tantas como variedades se comercializan. De hecho, en función de la receta y de la forma de cocinarla, son recomendables unas variedades respecto a otras. Aunque existen tipos con características muy peculiares, entre las más comunes, atendiendo al color que presenta su piel y su carne, se pueden agrupar en tres familias rojas, amarillas y blancas.

Patatas rojas

Red Pontiac

Con forma redondeada su piel de color rojo, pero por dentro tiene una carne muy blanca, con una textura arenosa. Estos tipos de patatas aguantan cuando se deja un frigorífico y es versátil en cuanto a su uso para fritura y cocción, por lo que, para muchos, es la ideal para la elaboración de tortillas. Además, también combina muy bien acompañada de verduras cocidas.

Ibicenca

De forma redondeada, a diferencia de las dos anteriores, presenta una carne amarilla.

Ojo Perdiz

El nombre se debe a los marcados hoyuelos que presenta esta pequeña patata, especialmente recomendable para cocer. De hecho, es una de las preferidas para elaborar las papas “arrugás”

Kondor

Es un tipo de patata grande que presenta una forma ovalada y alargada, con una piel roja y lisa, pero también con hoyuelos marcados. Su carne es amarilla clara y tiene una textura harinosa. Y en cuanto a su consumo, es muy versátil, usada tanto para cocción, como para fritura, purés, etc.

 

Patata amarilla

Monalisa

Una de las variedades más consumidas en todo el mundo por tener un cultivo rápido, su textura y ser versátil  en cuanto a su uso. De tamaño mediano y ovalado, tiene una carne amarilla clara con un tacto suave, con poco contenido en agua y alto en almidón, lo que hace muy recomendable para fritura.

Kennebec

También llamada patata gallega, este tubérculo grande, de carne amarilla y sabor fuerte, es una de las más consumidas en todo el mundo. Son recomendables para asarlas o prepararlas en guisos.

Agria

La mejor variedad para fritura. Este tipo de patata, de tamaño mediano y piel ocre claro, presenta una carne amarilla intensa, con menos cantidad de azúcares, haciendo que al freírla quede crujiente y dorada.

 

Patatas blancas

Frisia

Con una piel muy lisa, muy clara y una carne prácticamente blanca, se trata de una variedad muy popular por un alto rendimiento en su producción, adecuada para consumirla frita.

Blanca de Cernégula

Patata redonda con un aspecto muy irregular por los varios hoyuelos que presenta su piel muy clara en casi toda su extensión.

Universia

Dentro del tipo de patatas blancas es la más comercializada. Con un color de piel amarillo claro y una carne muy blanca, esta variedad también es muy versátil, pudiéndose usar para freírla o cocerla.

Patatas deshidratadas ¿Opción fit?

Patatas deshidratadas ¿Opción fit?

Las patatas deshidratadas se están convirtiendo en una opción popular entre los snacks. Pero ¿Serán sanas de verdad? ¿Pueden considerarse una opción más fit que las patatas fritas normales?  Desde Monfadis os explicamos todo lo necesario para saber todo sobre este curioso aperitivo.

Este tipo de patatas son un snack que se hace a partir de harina y fécula de patata, mezcladas con sal y fritas en aceite. Este proceso crea un producto crujiente y sabroso, que se puede almacenar por más tiempo que las patatas frescas o las patatas fritas tradicionales.

Beneficios de las patatas deshidratadas

  1. Menos grasas: al ser una  patata procesada, contiene menos grasa que las patatas fritas artesanales comunes.
  2. Textura crujiente: Freírse en aceite les proporciona una textura crujiente y atractiva para los consumidores.
  3. Fácil digestión: al contener menos grasa, ayudan a no sentirse tan «pesado» tras comerlas.

La comparación entre ambas patatas es fundamental para entender sus diferencias y beneficios. Depende de lo que busquemos, de nuestros macros calóricos diarios, de nuestra dieta, podremos preferir un tipo de snack u otro.

Proceso de preparación

  • Patatas deshidratadas: Hechas con harina de patata, fécula de patata y sal, y luego fritas en aceite.
  • Patatas fritas normales: Se cortan en rodajas y se fríen directamente en aceite.

Contenido nutricional

Las patatas deshidratadas y las patatas fritas normales tienen un contenido calórico y de grasas similar debido a que ambas se fríen en aceite. Sin embargo, los aperitivos deshidratados pueden contener más sodio debido a los ingredientes añadidos como la sal y la fécula de patata.

Impacto en la salud

Consumir patatas deshidratadas puede ser una opción más saludable debido a su contenido en grasas. Es importante consumir estos snacks con moderación y dentro de una dieta equilibrada.

Comparación con las patatas fritas comunes

Aunque las patatas fritas deshidratadas tienen menos grasas que las normales, aún contienen más hidratos que las patatas de toda la vida. Además, en algunos casos pueden incluir aditivos para mejorar su sabor y textura, lo cual no es necesario en las patatas fritas comunes.

  • Patatas fritas deshidratadas: Menos grasas que las normales, pero su harina aumenta ligeramente los hidratos de carbono y pueden tener aditivos.
  • Patatas fritas normales: Tienen más grasa que las deshidratadas, pero, sin embargo, su contenido en hidratos es menor al tratarse de patata 100% natural.
Cocina creativa lasaña de patatas fritas, pavo y calabacín

Cocina creativa lasaña de patatas fritas, pavo y calabacín

Son muchas las recetas que le dan un toque muy sabroso y original  a la cocina con nuestras patatas Monfadis. Unas recetas sencillas y originales para elaborar en casa para toda la familia. Todas ellas, por supuesto, hechas con patatas fritas Monfadis. Os dejamos esta deliciosa receta de lasaña de patatas fritas, pavo y calabacín.

 

Ingredientes

  • 2-3 calabacines
  • Patatas fritas Clásicas El Fogón Real
  • 200 g pechuga de pavo en lonchas
  • 200 g queso gouda en lonchas
  • 1 pimiento verde
  • 1 pimiento rojo
  • 150 g queso rallado
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Sal de ajo
  • Perejil picado

Preparación

Lo primero que hay que hacer es lavar, secar y cortar el calabacín. Ponerlo en un tupper y añadir perejil picado y sal de ajo.  Después Mezcla todo. A continuación dora en una sartén el calabacín y  escurrir en papel absorbente. Reservamos. Seguimos con el plato. Una vez realizado los pasos anteriores, lavamos, secamos y cortamos por la mitad el pimiento rojo y verde. Ponemos en una fuente de horno el pimiento,  y  lo rociamos con aceite. Sazonamos el pimiento. Lo  Metemos en el horno precalentado a 200°C durante 25-30 minutos. A continuación, pelamos y cortamos en tiras el pimiento y reservamos. Continuamos cortando por la mitad la pechuga de pavo.

Una vez hemos realizado los pasos anteriores pasamos a montar en una cazuela de barro por capas la lasaña con el fondo de calabacín y pavo. Encima del pavo colocamos el pimiento asado y las patatas fritas de cualquiera de nuestras marcas. Una vez montada la lasaña la cubrimos con queso. Terminamos la lasaña con capa de calabacín, pavo y patatas fritas. Espolvorearemos con queso rallado y la metemos en el horno a 200 °C durante 15-20 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo la sacamos  del horno.

Ahora solo queda sírvela y disfrutarla. Es un plato ideal para disfrutar en familia, una receta fácil para hacerla con niños.